El corazón cimarrón de una artista

Hay veces en que, aún sabiendo lo que queremos en la vida, ésta nos sorprende y nos cambia radicalmente el camino, llevándonos a descubrir nuevos horizontes y a transformar nuestras vidas. Eso le sucedió a Karina Venegas Rojas, quien encontró su vocación en las humanidades después de pasar por dos carreras en la UABC, y gracias a su talento se convirtió en la creadora del galardón Meritus 2024 que otorgan la UABC y la Fundación UABC a trayectorias de impacto entre la comunidad Alumni. Esta es su historia.

Karina estudió la licenciatura en Artes Plásticas. Muchos de nosotros podríamos pensar que estudiar artes es una decisión muy natural y fácil de tomar, sin embargo no fue así para Karina, quien antes de decidirse, estudió dos años de ingeniería química, y después dos años más de ingeniería industrial. En esta segunda carrera comenzó a tomar cursos para perfeccionar sus habilidades en dibujo y pintura, cosas que le habían atraído desde niña pero que jamás se había planteado como una profesión.

“Fue en los cursos culturales de la UABC donde me enfoqué en la pintura con el maestro Víctor Larios, quien en sus clases comentó que se abriría la carrera de Artes. Yo sentía que mi clase de pintura me iba llevando hacia ese lugar en el que debía estar. Me di de baja ese ciclo y al siguiente semestre me inscribí en la Facultad de Artes. A veces pienso que todo en la vida te va empujando hacia lo que realmente te toca, por muy sutil que sea el empujoncito.”

 Y esa resultó ser la vocación en su vida: “Yo tardé en considerar que tenía una vocación y en descubrirla. Pero sí, sí la tengo. Y desde el momento en que lo supe, toda mi vida, tanto personal como profesional, la he enfocado hacia ella. Cuando encuentras tu vocación, todo lo relacionado a eso te apasiona.”

¿Estudiar esa carrera fue lo que esperabas?

“No fue lo que esperaba, fue mucho más. Yo iba con una visión posiblemente muy corta de lo que eran las artes, yo iba enfocada principalmente a la pintura. Estando en la carrera descubrí muchas disciplinas y técnicas que jamás me hubiera imaginado, entre ellas la cerámica, disciplina a la cual me dedico actualmente.”

Desde antes de egresar, Karina fue perfilando su trabajo hacia la cerámica. Para ello hizo un intercambio a la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Su plan posterior fue instalar un taller de cerámica en Mexicali. “Pero a veces las cosas no suceden como una se imagina… Todas las metas y sueños son alcanzables pero se debe luchar constantemente por ellos. En mi caso, fueron años de ir encaminando mis procesos para lograr concretar el taller.”

¿Y qué fue para Karina la universidad?

“Ya sé que suena muy trillada la frase de que la universidad se convierte en tu segundo hogar, pero así fue. Me encantó tanto mi carrera que yo hacía todo lo posible por pasar el mayor tiempo en los talleres, haciendo tiempo extra después de clase. La convivencia con mis compañeros que ahora son amigos sigue siendo valiosa. El cariño y respeto hacia mis profesores y ahora colegas de trabajo, por lo que puedo decir que la UABC, para mí, fue y sigue siendo mi guía en el camino.”

¿Qué hace hoy Karina?

Hace cinco años, Karina fundó su ansiado taller de cerámica, La Planta. Uno de sus principales objetivos es acercar al mayor número posible de personas a la milenaria disciplina de la cerámica, que conozcan los procesos, los materiales y las técnicas, logrando así una adecuada apreciación y valoración tanto de las artesanías como de las obras de arte.

Cada año, Karina lleva a cabo el «Bazar del Barro y la Cerámica». Además, en el taller se reciben visitas de ceramistas de otras ciudades para impartir cursos especializados. “Este año, en abril, tendremos la visita de Andrea, una ceramista de Cuernavaca que viene a compartirnos una técnica de construcción japonesa. Actualmente estamos en pláticas para ser parte del Festival de Arte que se realizará en mayo por parte de Planta Libre. Y en junio he sido invitada por parte de la Steppling Art Gallery para participar en una exposición individual y otra colectiva.”

Hace unas semanas, la propuesta artística y conceptual que presentó ante la Fundación UABC llevó a Karina a convertirse en la artista creadora del galardón Meritus en su edición 2024. En tres ediciones de la convocatoria, es la primera vez que se crea una presea especialmente concebida para representar el valor de la comunidad Alumni UABC. Cada galardonado se llevó una pieza original e inédita hecha por las manos y el talento de Karina: una llama azul, el fuego más intenso, resguardando un corazón de oro, el corazón cimarrón. Así, el legado de Karina Venegas Rojas ha quedado plasmado en la historia de la UABC para siempre.

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