Katy Araiza: una cimarrona rompiéndola en Cannes

El nombre de Katy Araiza sonó fuerte en la edición 2024 del Festival de Cannes. Además de ser directora de Amor Ice, cortometraje de género documental que participó en el Short Film Corner del Festival de Cannes, Katy es una cineasta comprometida, apasionada y orgullosamente cimarrona.

Catalina Araiza Sosa es egresada de la Licenciatura en Sociología por la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAyS), UABC Campus Ensenada. Su trabajo creativo se conforma de una amplia experiencia en fotografía, de varias exposiciones individuales y colectivas y de proyectos culturales con enfoque social y de género. Este camino la llevó a dirigir el cortometraje Amor Ice, el cual es el reflejo inminente de una voz interna que necesitaba salir y mostrarse al mundo.

El cortometraje se estrenó en la 38 competencia del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), en junio de 2023. De ahí se presentó en el 26 Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF 2023). Esta fue una gran ventana que mostró al mundo lo que Katy y su equipo habían hecho, eso que había iniciado como un retrato íntimo, profundo y cercano, estaba creciendo y empezaba a salir del cascarón hasta llegar a Cannes, Francia.

“Amor ice es una historia que se formó mágicamente. De repente ya estaba ahí, contándose de una manera casi independiente. Y esto es una prueba de que, en temas de amor, de los apegos que casi no se mencionan y que nos avergüenzan, del vivir y aceptar el sufrimiento, no hay fronteras.”

En Alumni le preguntamos a Katy cómo surgió la idea de hacer un cine documental tan intimista y personal: 

“Surge de la necesidad de contar una historia que se multiplica en muchas mujeres que entran y salen de centros de rehabilitación pero que sufren más por un mal amor que por el consumo de sustancias. La esencia fue visibilizar cómo estas mujeres se parten en dos, cómo tienen que dejar una vida y una historia detrás de la puerta, y aún así ser criminalizadas. La sociedad no mira lo que hay en el proceso.”

Katy tomó el taller Polos Audiovisuales del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) a inicios de la pandemia. Ahí se reencontró con imágenes muy poderosas que había tomado tiempo atrás y que abonaban a la historia. Después de eso conoció a Indira Cato, tallerista de cine que se enamoró de la historia y lograron conectar en algo compartido por muchas mujeres. Katy se observa a sí misma como un instrumento para el nacimiento de Amor Ice.

¿Cómo interpela la sociología a tu forma de ver y hacer cine? 

“Desde niña siempre desee estudiar y hacer cine, siempre en mi vida estuvieron presentes las artes visuales. Desde mi primer ingreso a la universidad traje mi cámara conmigo, y la imagen comenzó a estar presente en mi vida de manera constante. Mientras realizaba mi tesis sobre las prácticas corporales de mujeres usuarias de ice, la pandemia detuvo al mundo. No pude continuar con el documento, pero entonces se abrió un nuevo camino: supe que el momento había llegado y, todo eso que trataba de escribir y llenar de teorías pude llevarlo a la cámara. La investigación en el campo de la sociología me brindó los antecedentes suficientes sobre autorreferencias, autoetnografías y autobiografías, y descubrí que yo lo hacía. Y me gustó.”

UABC dejó en Katy un legado importante que desea compartir con todos los cimarrones:

“El legado que la universidad dejó en mí no es algo que ya existe terminado, es el inicio de seguir creando, de seguir contando historias que son necesarias para seguir rompiendo fronteras. Es algo que apenas estamos formando, que nació en la FCAyS y que lleva a que todo pueda ser posible. Lo único que podemos hacer es seguir rompiéndola. Es importante que otros jóvenes, personas y sobre todo mujeres, crean en su propia historia y la compartan, que hagan esa conexión, que trasciendan.”

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