Las diferentes historias de familias cimarronas que compartimos en Alumni tienen en común el amor fraternal: padres y madres que pasan la estafeta cimarrona a sus hijas e hijos, abuelos orgullosos, los primeros sobrinos en terminar una carrera, y así se van tejiendo cientos de genealogías que pasan por nuestras aulas. Y entre ellas, de vez en cuando, se asoma alguna historia que, además, se entrelaza con hilos de romance, amor a distancia, lealtad y esperanza incluso antes de convertirse en familia. Esta es la historia de Aileen y José, dos cimarrones que se conocieron en las aulas de la UABC y que ahora comparten sus vidas.
Alejandra Aileen Velasco Villalobos estudió la carrera de Arquitectura y José Jr. Espinoza Trujillo la de Ingeniero Electricista, entre el 2006 y el 2011, ambos en Mexicali. Sin embargo, no se conocieron ni en la Facultad de Ingeniería ni en la de Arquitectura y Diseño. “Siempre recordamos el cómo nos conocimos y ni siquiera fue en alguna de nuestras facultades, en esta universalidad que es la UABC vinimos a coincidir en la Facultad de Idiomas a inicios del 2008 y, aunque íbamos en salones diferentes, una amiga en común nos presentó y así fue como nos empezamos a conocer”, nos cuenta Aileen.
Una de las tantas experiencias que comenzaron a construir desde entonces, fue el apoyarse en todo momento. A veces, José se quedaba en la Facultad de Arquitectura acompañando a Aileen cuando tenía entregas de maquetas y planos. Otras tantas, era Aileen quien esperaba a José en los laboratorios de Ingeniería Eléctrica cuando tenía exposiciones o exámenes. “Pasamos muchos momentos juntos, desde momentos divertidos como lo eran los rallyes de cada facultad y convivencias entre amigos, hasta momentos llenos de estrés y cansancio después de un examen difícil y/o entregas de proyectos.”
Aileen recuerda que ambos compartían un mismo sueño: irse de intercambio, sin embargo no contaban con los recursos económicos necesarios para hacerlo. “Jose fue el primero en aplicar para irse de intercambio, y en pláticas de intercambio de su Facultad fue como conoció a Fundación UABC con el programa de Becas Alas Oportunidades para Volar, y fue así como él pudo lograr primero su sueños, siendo seleccionado como becario en la V generación.”
Gracias a esa beca, José estudió en la Universidad de Extremadura, en la ciudad de Badajoz, España, durante el semestre 2010-2. Y así fue como Aileen conoció a Fundación UABC, y al siguiente semestre aplicó para obtener la Beca Alas, convirtiéndose en Becaria de la VI generación y cumpliendo su sueño de irse de intercambio. En su caso, ella se fue a la Universidad de Castilla-La Mancha en la ciudad de Cuenca, España, durante el semestre 2011-1. Con algo de nostalgia y alegría a la vez, Aileen nos comparte: “aunque no estuvimos juntos todo este tiempo, cada uno logró su sueño de estudiar fuera de su país, aun así seguíamos apoyándonos a la distancia, no fue fácil pero nuestra relación creció y se hizo más fuerte.”
José y Aileen regresaron de España y continuaron sus estudios, juntos, graduándose en diciembre del 2011. Finalmente, después de 6 años como egresados, decidieron casarse en diciembre del 2017. En la actualidad, Jose es supervisor de mantenimiento en una institución educativa y Aileen es coordinadora de proyectos en un despacho de arquitectos. Ella nos cuenta, entusiasta, que siente mucho orgullo y emoción de compartir el lazo cimarrón con su esposo pues, aunque estuvieron en carreras distintas, los espacios de la UABC fueron la cuna de sus sueños.
“Hoy en día tenemos un matrimonio basado en la confianza, el respeto, el amor y la comunicación y, a pesar de que siempre la vida tiene sus altos y bajos, somos un equipo y todo lo que se nos presenta lo enfrentamos juntos. De momento no tenemos hijos, pero si la vida nos sorprende con uno estaremos orgullosos de contarle nuestra historia de amor y de cómo nos conocimos en la universidad. De momento somos una familia feliz con dos hermosos perritos Schnauzer”, concluye, emocionada, Aileen, orgullosa pionera de un gran legado cimarrón.
Que lindos, sin duda alguna son un ejemplo para muchas parejas, entre ellas, mi marido y yo. Les aplaudo por tantos años de estar juntos y por siempre tener una sonrisa y palabras lindas para todos.